· Los conciertos de primavera de Estrella de Levante animaron la plaza de toros murciana
Eme Candela / Sobre arena disfrutamos como
gamberros gracias a Sidonie, sobre arena nos volvimos a enamorar de Second y
sobre arena bailamos como si no nos dolieran los pies por culpa de
Kakkmaddafakka. Fue una noche brillante en la plaza de toros de Murcia, bajo un
cielo descubierto, entre el humo que brotaba de las máquinas en el escenario y
el polvo que emanaba del suelo cuando un ritmo frenético hacía saltar al
público.
El concierto de primavera
“Estrella de Levante” comenzó con la actuación del trío barcelonés Sidonie. El
himno de Canadá y una gran bandera de esta sirvieron de apertura de telón para
la aparición de Jes, Axel y Marc. Aunque estos tres no estuvieron solos, les
acompañaron un teclista y un guitarrista. No faltó en el repertorio los
clásicos del grupo como En Mi Garganta
o Fascinado, sin embargo, las reinas
de su actuación fueron las que componen su nuevo disco Sierra y Canadá. La canción que da nombre al último álbum, Un Día De Mierda, Yo Soy La Crema o Rompe Tu Voz convencieron de que Sidonie
tiene una gran fuerza en directo a todos aquellos escépticos que se hallaban en
la plaza de toros. Pero sobre todo, los miembros transmitieron al público lo
bien que se lo estaban pasando e incluso se excedieron en su horario, algo que
no le importó a este.
Arropado por los suyos eran pocos
los que no se sabían las letras de Second, que tomó el relevo de Sidonie y puso
el sello emotivo a la jornada. El grupo comenzó su montaña rusa con 2502 y no la abandonó hasta que el
público giró y saltó con Rodamos. Rincón
Exquisito, N.A.D.A, Muérdeme, Lobotomizados y todas las demás canciones del
setlist brillaron en la tierra de estos cinco músicos. Los miembros de Second
no vacilaron ni un momento en demostrar su agradecimiento al público. El
cantante de la banda, Sean Frutos, saltó la frontera que le separaba de sus
incondicionales y bailó con ellos. A la banda se le hizo amarga la retirada de
su atalaya, pero dejó el mejor ambiente posible para el siguiente concierto.
Kakkmaddafakka o - “Kakkamaddafakka” según Sean (Second) y Marc (Sidonie) - corrieron a la pista con
toda su energía y fuerza. Tan solo unas horas antes, los noruegos habían estado
firmando discos y tocando algunas canciones en acústico en Fnac. Toda la
tranquilidad y paz que habían desbordado entonces se esfumó cuando salieron
trotando al escenario de Estrella de Levante. Un alborotado y bullicioso “I wanna do something! What'd you wanna do? Dance!” de Touching despertó la exaltación en la
plaza de toros y la delirante multitud no pudo dejar de mover los pies. Los dos
bailarines y coristas del fondo seguían el ritmo con sus simpáticas
coreografías mientras los músicos mantenían el nivel alocado del directo con Restless, Someone New o Gangsta. Entre tema y tema, uno de los
cantantes principales y el más alborotador de todos, Axel Vindenes, intentaba
ligar en inglés con las jóvenes “sexy girls” que allí se encontraban. Incluso
arrancó una improvisación para ello y creó una canción cuya musa, una chica
ficticia de “Mursía”, le llevó a su casa en taxi.
Pero lejos de las anécdotas de los conciertos, las
bandas mantuvieron el nivel en sus actuaciones e hicieron disfrutar a su público
cada uno a su manera. Siempre recordaremos ese cielo despejado y sin estrellas,
el olor del humo que fluía del escenario, las sensaciones que nos provocó cada
directo y la arena bajo los pies. Fue una gran noche.