domingo, 11 de mayo de 2014

El reflejo de la experiencia en DIGO DITROIT

· La banda de Barcelona actuó ayer en la sala Stereo de Alicante


Eme Candela / Una noche cálida acogió el repertorio de once canciones como si de una lluvia veraniega se tratara. La sala alicantina Stereo expiraba entusiasmo después de la vibrante actuación de Postal Heroes y los allí presentes esperaban, mientras se refrescaban en la barra, a que los barceloneses subieran al pequeño y oscuro escenario. Tres hombres empuñaron sus instrumentos y la música arrancó desde aquel refugio. El público no tardó en olvidarse de sus problemas, que habían quedado abandonados junto con los botellines de cerveza en la barra de la sala. Un leve tamborileo de la planta del pie encontrándose con el suelo, un cuello balanceándose tímidamente y algún que otro chasquido de dedos empezó a asomar entre la gente para convertirse en un baile frenético que culminó con pogos endulzados en primera fila.  

Digo Detroit interpretó todos los temas de su último y primer disco, Reflejos. La actuación comenzó con Fotografía y finalizó con la canción que da nombre al LP. El cantante y guitarrista de la banda, Felipe Cedeño, propuso al público en dos temas – Sentido Vertical e Hipsteria – que participara en los coros. Tras unas breves indicaciones, todas las personas presentes en Stereo unieron sus voces para formar parte del sonido Digo Ditroit.

Los integrantes del grupo gozan de experiencia en la materia, pues también son miembros de otras bandas y llevan encima de los altares, expuestos a los focos, muchos años. Esta experiencia quedó reflejada ayer mientras el batería aporreaba con sus baquetas, el bajista acariciaba los hilos de su instrumento y el vocalista y guitarrista se pasaba la mano por encima de su tupé mientras ejercitaba los dos instrumentos que poseía. El resultado fue impecable pese a que no habían podido asistir dos de los cinco miembros del grupo.

“En cada concierto nos surge una nueva anécdota” contaba entre risas Cedeño en el backstage antes de su actuación. Y con el mismo buen humor, los miembros del grupo afrontaron un problema con los micrófonos al comenzar el concierto, porque esa era otra historia graciosa más que contar. Tanto en la pequeña habitación situada en las entrañas de la sala alicantina como en el escenario, los miembros de Digo Detroit solo pensaban en pasar un buen rato y así lo hicieron notar. Bailes, pogos, coros y diversión en una cálida noche que, por mucho que les pese a los integrantes, no fue solo anecdótica sino también sobresaliente. Mucha suerte y hasta otra.



· @digodetroit

De interés: Entrevista a Digo Detroit para Captcha Mag 


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